¿Un evento de música electrónica en plena pandemia, sin mascarillas ni distancia de seguridad y totalmente legal? Parece algo imposible de imaginar, pero hemos podido vivirlo in situ. El pasado viernes 30 de octubre se llevó a cabo la fiesta de drum and bass Extreme, encabezada por el DJ Macky Gee. Solo hay un pequeño detalle: no fue en España, sino en Estonia, concretamente en su capital, Tallin.
Pongámonos en contexto
Estonia es actualmente uno de los países de toda Europa con menos ratio de COVID-19 debido a sus efectivas medidas y la responsabilidad de su población.
Para entrar en Estonia tienes que hacerte una PCR de manera obligatoria e independientemente del resultado llevar a cabo un confinamiento de 10 días, por lo que la entrada al país está muy controlada. En mi caso, resido en Estonia desde hace varios meses y ya cumplí la cuarentena correspondiente.
Entre otras normas, la mascarilla no es obligatoria, ya que los estonios llevan cumpliendo con la para nosotros nueva «distancia de seguridad» prácticamente toda su vida. Como supondréis la gente no es tan cercana como en España, lo que frena el contagio del virus. Además, la venta de alcohol a partir de las 00:00h lleva prohibida desde hace varios meses, lo que ha ocasionado que muchas fiestas terminen pronto y tengan menos aforo del habitual.
Así fue volver a disfrutar una fiesta a la «antigua usanza»
El evento Extreme se reparte en varias citas a lo largo de todo el año con un objetivo común: que suene mucho drum and bass. Anteriormente a la que acudimos nosotros el pasado viernes, actuó otro grande del género como es Dimension durante el mes de septiembre.
La sala escogida para el evento fue Helitehas, la cual tiene cierto renombre en la ciudad de Tallin, acogiendo numerosos eventos en un espacio amplio y abierto.
Todo no era exactamente «como siempre», ya que sí tenían una serie de medidas de seguridad. Como medida previa se vendieron únicamente el 50% de las entradas disponibles y, además, no se podían comprar en el la puerta, sino que tenías que hacerlo de manera online para así controlar a la perfección el número de asistentes.
Asimismo, los organizadores avisaron en numerosas ocasiones a través de las redes sociales no acudir al evento si se sufría algún tipo de síntoma, relacionado o no con la COVID-19, para evitar cualquier tipo de contagio. Además aseguraban que en caso de existir algún caso confirmado tras el evento, notificarían vía email a todos los asistentes.
La promotora
Hemos podido hablar con los organizadores del evento, la promotora «Out of Balance«, que nos aseguraban no estar ganando un solo céntimo con estos eventos y que lo hacen por mantener y proteger la escena electrónica en Tallin, por y para el público y los artistas.
Una vez en la puerta de la sala Helitehas me tomaron la temperatura y me desinfecté las manos con hidrogel. Luego pasé al interior y pude ver varios carteles que recomendaban mantener la distancia de seguridad y el uso de mascarilla, pero esto es algo que realmente nadie cumplía, ya que como expliqué antes es algo que no usan en la calle, ni es obligatorio en Estonia. Cabe destacar también que había numerosos dispensadores de hidrogel por toda la sala.
Más tarde el artista londinense Macky Gee pisaba de nuevo una cabina en la capital estonia, pero esta vez en una situación muy diferente. Su set duró alrededor de 1 hora, tiempo suficiente para trasladarnos a la normalidad con pogos y headbangs al ritmo de su más que conocido «Tour», su remix de «Black Widow» o el «Desire» de Sub Focus y Dimension, entre otros. Un set en el que era imposible dejar de bailar y sonreír, porque parecía imposible de creer lo que estábamos viviendo después de todo lo que habíamos pasado los últimos meses.