Ultra es uno de esos festivales con los que todos los amantes de la electrónica sueñan. A lo largo de los años han dado forma a un concepto de festival reconocible a nivel mundial, y han participado en el auge del EDM, siendo pieza esencial. Desde su espectacular producción a sus intensos aftermovies, han cuidado cada detalle. Queríamos vivir esas sensaciones desde dentro, y es por ello que el pasado 12 de julio pusimos rumbo a Split, para acudir a la séptima edición de Ultra Europa.
Esta edición tenía una peculiaridad, y es que este sería el primer año en el que el festival no se celebraría en el estadio Poljud, sino que se trasladaría a Park Mladeži. Una ubicación cercana al centro de la ciudad, y que según la organización, dotaría al festival de mayor espacio.
Un sueño cumplido en Croacia
Llegamos al recinto sobre las 7 de la tarde, recogimos nuestra acreditación, y accedimos al festival. La característica U nos recibía desde lo alto del inmenso Main Stage, que contaba con un diseño conservador, pero que lucía imponente. Visitamos al completo el recinto, y pudimos comprobar la gran cantidad de barras que había, así como de camareros. Además, el festival contaba con personal que hacía las veces de guía para el público, informando de horarios y de la localización de los distintos espacios. El sistema de pago era mediante pulsera cash-less.
Después de situarnos, y de empezar a ser conscientes de que estábamos en Ultra, nos dirigimos a un Main Stage que empezaba a llenarse. El sol empezaba a caer en Split, y David Guetta salía a escena. Es uno de los clásicos de la industria, y no defraudó a un público entregado con el francés. En su set no faltó ninguno de sus himnos, bien en forma de mashups, u originales, desde “Titanium” a “Play Hard”. El espectacular escenario se puso a funcionar, mostrándonos todas sus capacidades, desde CO2 hasta una pirotecnia característica, que cruzaba el recinto de esquina a esquina.
Pero como nos gustan los B2B
Tras finalizar, pusimos rumbo al espectacular Resistance Stage, donde daba comienzo el B2B entre Sasha y Nic Fanciulli. El escenario unía lo mejor de un club, con un sonido y una ambientación perfectos, con lo mejor de un festival, al estar el techo descubierto. A esto había que sumar la producción característica de Resistance, con sus láseres e iluminación que descendían del techo para asombro de los asistentes. En cuanto al B2B, mostró la unión de ritmos más tech de Nic, con otros más oscuros y cercanos al progressive de Sasha.
Tras ellos, Maceo Plex se ponía a los mandos, mostrándonos su faceta más contundente, donde no faltaron su esperado remix a Insomnia, “Conjure Dreams”, o su último lanzamiento “When the lights are out”. Para poner el broche de oro a nuestro primer día en Ultra, llegaba el capo de Drumcode, Adam Beyer. Durante las dos horas de sesión, dio al público lo que se esperaba de él, Techno enérgico con mezclas rápidas, para no dejar de quemar zapatilla en ningún momento.
Estamos enamorados de este festival
Fue una sesión de 10, que culminó con una sucesión de temas que fueron ideales para el cierre, el remix de Pleasurekraft de “Space Date”, un remix de “Symbiosis”, y una versión orquestal de su famoso “Your mind”.
El segundo día nos dirigimos al UMF Radio Stage, el más pequeño de todos, y el más simple, pero que siempre contaba con una gran afluencia de público, para ver a Divolly & Makward. Tras ellos, un Main Stage abarrotado aguardaba la llegada de uno de los hombres del momento, DJ Snake. Tras una primera parte de sesión llena de música Bass, donde no faltaron los pogos entre el público, dio paso a una segunda parte donde sonaron todos sus clásicos, desde “Lean on” a “Let me love you”, poniendo el punto final con el “One More time” de sus compatriotas Daft Punk.
Dos de nuestros sets preferidos
Después llegó el turno de los holandeses Sunnery James & Ryan Marciano, en una sesión cargada de ritmos tribales y groove, que mantuvo al público arriba, para recibir a los franceses Tchami & Malaa. A pesar de no mostrar la producción de su show “No Redemption” (se limitaron a una sesión B2B), su sesión fue un no parar de principio a fin, con sus ritmos House y el sonido característico del sello Confession, pusieron Ultra patas arriba, con unas visuales muy cuidadas, que convertían el escenario en una catedral.
Llegaba el momento de dirigirnos al Resistance Stage, donde nos esperaba una de las mayores leyendas del Techno, Richie Hawtin. El canadiense, a los mandos de su Model 1, demostró porque tras tantos años sigue estando donde está, con una sesión en la que mezclaba 4 temas a la vez sin despeinarse, y donde los bombos afilados y los sintes hipnóticos hicieron el resto. Tras él, llegaba el turno de una de las figuras claves de Ibiza, Marco Carola. Transformó con su llegada el ambiente creado por Richie, con su particular Tech-House.
Tenemos esperanzas en ti Alesso.
La psicología de pista de Marco es increíble, pues logró hacer una transición perfecta, para hacernos sentir como si estuviésemos en la isla blanca. Para despedir el día 2, volvíamos al escenario principal, que comandaba Alesso. El sueco no se encuentra en su mejor momento, pero todos los himnos que ha creado hasta ahora parecen darle crédito para mantenerse en el top, como así pudimos confirmar.
Además, el público estaba entregado a él, y cantaba todo, desde su temprano “Years” al himno del EDM “If I Lose myself”. Finalizaba con “Don´t you worry child”, que servía de antesala para lo que se nos venía el día siguiente…
El día 3 presentaba un cartel impresionante, pero había unos claros protagonistas. Desde primera hora, se podía ver en camisetas, banderas; no se hablaba de otra cosa. Swedish House Mafia había vuelto, y esa noche seriamos testigos de un show que no olvidaríamos. Decidimos empezar en el Resistance, con Jon Rundell. El artista británico realizó un warm-up impecable, con un Techno con la energía justa para la hora que era, dejando el escenario lleno para Dubfire.
RESISTANCE es de obligada visita
Con su característica precisión, nos mostró una faceta más Techno, más oscura. Transiciones largas pero imperceptibles, realizadas con maestría, hicieron que la hora y media se nos fuera volando. Llegaba el turno del napolitano Joseph Capriati, el cual nos ofreció una sesión cargada de Tech-House y mucho groove, al que incorporaba acapellas, marca de la casa. Mantuvo a todo el público entregado, sin parar de bailar, y es que la selección musical fue impecable.
Nuestra experiencia en el Resistance estaba siendo muy buena. Pero había que moverse. Había que dirigirse al escenario principal. Había llegado la hora. Tras esperar media hora para que se transformase el escenario, los tres suecos salían a escena. Con su espectacular intro, en la que se oía a Axwell decir “supongo que ya no somos los mejores amigos”, extraído del documental que realizaron al separarse, daba comienzo un show que nos marcaría para siempre.
La Swedish House Mafia es otro nivel
Y es que con Swedish House Mafia no se puede ser objetivo. Es verdad que el tracklist no variaba respecto a sus anteriores shows, que apenas presentaron tres temas nuevos… Pero el ver de nuevo a Axwell, Sebastian Ingrosso y Steve Angello encima de un escenario, juntos, poniendo los temas de tu vida… es una sensación indescriptible. Las visuales estaban a otro nivel, y los tres círculos que rotaban sobre sus cabezas, así como la disposición que tomaban en el escenario, resultaban en un show impresionante.
Además, el Main Stage se caía con cada drop, fuegos artificiales, pirotecnia, fuego, CO2… era un no parar. Para el final reservaron sus tres himnos, “One”, “Don´t you worry child” y “Save the World”. Axwell tomó el micrófono, y se despidió con una frase que aún nos pone los pelos de punta: “Supongo que ya no somos mejores amigos, porque ahora somos familia”. Nos encanta formar parte de ella.
Pero aún había algo más. Carl Cox nos esperaba en el Resistance para cerrar esta edición. Con un Techno muy enérgico, Carl manejaba el escenario como quería. Cada vez que tomaba el micrófono, el público enloquecía. Su último tema no defraudó, y es que decidió cerrar con el “Feelin’ Good” de Laurent Garnier.
Y nos despertamos el sueño hasta el año que viene
De esta manera finalizaba nuestra primera experiencia en Ultra. Fueron tres días de locura, con actuaciones memorables. Split supone un marco increíble para la realización de este evento, y es que la ciudad es increíble, sus gentes se vuelcan con Ultra. La organización fue impecable, la entrada y salida del evento se coordinaban de manera perfecta, haciéndolo todo muy ágil. Ultra Europa ha sido una de las mejores experiencias que hemos tenido, es un festival que cumple todo lo que promete, sin ninguna duda, hay que vivirlo al menos una vez en la vida. Ahora, la pregunta es clara ¿Quien se viene el año que viene? ¡No bromeamos!