Aquasella hace historia con una edición para el recuerdo

El festival asturiano es por derecho propio uno de los festivales más míticos de nuestro país. Así lo avalan sus más de 25 ediciones. Un festival que es punto de peregrinaje para los amantes de la música Techno. Punto de encuentro para distintas generaciones, que confluyen en el famoso Prau. Esta edición era aún más especial, pues ha congregado a 78.000 personas. Record histórico para ellos. Y nosotros no nos lo podíamos perder.

Día 1

Llegamos el viernes y recogimos la acreditación para dirigirnos hacia El Bosque, un escenario mágico con un árbol en el centro de la pista, una carpa adornada con figuras colgantes y estatuas fantásticas. El escenario en sí contaba con pantallas estratégicamente colocadas y un sonido envolvente. Adiel nos recibió y cautivó al público con su Techno elegante, ofreciendo una sesión impecable tanto en lo técnico como en la selección. Para culminar, nos regaló el «Tales from The Real World» de Laurent Garnier, una experiencia que emocionó al público que llenaba El Bosque.

Acto seguido, llegó el turno de Rødhåd, quien durante la primera media hora estableció un ambiente marcado por ritmos más reposados. No obstante, todo cambió cuando resonaron los acordes de su pista «VERMILLION 03«, acelerando el compás y agregando una dosis extra de energía. Techno impregnado del característico groove y sintetizadores hipnóticos propios de su estilo. Mediante constantes subidones, Rødhåd tejió una atmósfera cargada de tensión que mantuvo a la audiencia en constante movimiento. Una de las actuaciones más destacadas del fin de semana. A destacar el impecable despliegue visual, especialmente el impactante juego de láseres en El Bosque, que añadió un componente visualmente cautivador a la experiencia.

Rumbo a Carpa La Real, donde Rebels presentaba un cartel cargado de Tech House y groove. Era el turno de Franky Rizardo. El holandés se marcó una sesión fiel a su estilo, cargada de vocales y Tech infeccioso. A destacar el momento en el que hizó sonar «El sueño» de Dennis Cruz, un clásico instantaneo que no pasa de moda.

Llegó el momento de dirigirnos al escenario Open Air, que destaca como el espacio más grande. Con una deslumbrante pantalla gigante en el centro y dos paneles verticales en sus costados, este escenario lucía imponente. La multitud llenó la pista para recibir a Andrés Campo. El DJ oscense está experimentando uno de los veranos más memorables de su carrera, tras su sobresaliente cierre en Monegros y su contribución al remix del momento, «Los perros» de Arde Bogotá. Por supuesto, este último éxito sonó, desatando la locura. Durante una hora y media, la actuación de Andrés Campo rebosó energía al fusionar sus propias producciones con los clásicos del género. Especialmente notable fue su mezcla entre «Demente» y «The Bells«.

Turno para ANNA. La brasileña desarrolló una sesión siguiendo el estilo que había propuesto Andrés Campo, Raw Techno. También utilizó varios clásicos, a destacar remixes al mítico «Seven nation army» o «Kernkraft 400«. Además de incluir sus propias producciones. Tras ella, Ellen Allien llegaba para poner la banda sonora al amanecer. Comenzó disparando una secuencia ácida, que nos llevó a un drop espectacular. Planteó una sesión llena de contundencia y de groove. En su selección incluyo temas ácidos de largo desarrollo, que alternaba con temas con breaks con pads melódicos, logrando un equilibrio perfecto. Un set acorde con la energía adecuada para mantener bailando al público hasta pasado el amanecer.

Día 2

Tras descansar y coger fuerzas, volvíamos al Prau para la jornada del sábado. Rumbo al Open Air para disfrutar del directo de Planetary Assault Systems. Comenzó con una intro larga llena de efectos, en la que fue agregando sonidos de la 909, la protagonista del live. En las pantallas podíamos observar como el británico desarrollaba el directo. Un directo que resultó en eun ejercicio de Techno percusivo, con bombos incisivos y subidones a cargo de la máquina de Roland. En la última media hora sacó a relucir los síntes y melodías que le caracterizan para completar una sesión increíble.

Llegaba el turno de un clásico del festival. Oscar Mulero. Fiel a su estilo, utilizó un tema de ambient como introducción, para establecer el tono. Tras ello, realizó una escalada progresiva en intensidad. Con temas inéditos que pronto verán la luz a través de su sello Pole Group, deslumbró durante hora y media. Una vez más, Techno hipnotico y lleno de atmosferas con mezclas a cuatro platos espectaculares.

Turno para Ben Klock. El alemán recogió el testigo de Oscar Mulero y siguió en el mismo estilo. Agregando más capas de groove. Techno elegante con mezclas finas y efectivas. Con estos ingredientes logró una sesión de largo desarrollo, a la que puso como broche el clásico de Planetary Assault Systems «In from the night«.

Tras la destacada sesión del artista alemán, le llegó el turno a Richie Hawtin. Su actuación comenzó con una breve introducción, dando paso a un inicio arrollador que atrapó a la audiencia desde el primer instante. Durante su set, Hawtin demostró su habilidad al aplicar mezclas rápidas y precisas. En esta ocasión, se alejó del minimalismo que a menudo lo caracteriza, brindando una sesión sumamente completa y aprovechando cada minuto de la hora y media para ofrecer Raw Techno llena de potencia.

Tras la ovación del público, llegaba Ben Sims. Otro clásico del festival, muy querido por los fieles de Aquasella. Un año más volvió a reafirmar por que es un fijo en el cartel. Sesión frenética, donde no quitó el pie del acelerador, acompañando el amanecer con Hardgroove mezclado a conciencia. Es una leyenda del género, y ahora que este parece volver a vivir otra época dorada, Ben Sims demuestra que sigue siendo el rey.

Con la luz de la mañana, Sama’Abdulhadi hacia su debut en Aquasella. La artista palestina comenzó su set de manera reposada, quizás en exceso, para un público que demandaba máxima energía. Pero supo leer la pista, e incrementó la energía para mantener un Open Air lleno hasta la bandera. Especialmente en su última media hora, donde con producciones propias Peak Time Techno afianzó un debut para el recuerdo.

De esta manera, Aquasella cierra una edición de record. Ciertamente la asistencia ha sido espectacular, con un cartel de Sold out colgado semanas antes del evento. Un éxito arrollador que no hace más que confirmar su estado como festival referencia en nuestro país. Un festival con un ambiente inmejorable, una propuesta musical cuidada y diversa, en un entorno espectacular. Un año más hemos podido disfrutar de Aquasella. Un año más hemos bailado en el valle de la música. Una vez más, ¡larga vida al Prau!


Iker Arana Garrido

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